Antonio Arroyo gestiona una empresa de mantenimiento con sede en Castellar de la Frontera junto a su hijo. Una compañía familiar que en la actualidad emplea a siete personas con destrezas suficientes tanto para ser capaces de levantar de la nada una vivienda como para realizar los cambios o reparaciones y cambios necesarios en cualquier tipo de obra.
Antonio contó que la empresa cuenta con 10 años de vida. Antes, se dedicaba a la agricultura. "Cuando el campo se puso mal entré de peón en una obra, luego fui prosperando y llegué a encargado. Pero llegó la otra crisis y me mandaban a Madrid, así que decidir emprender por mi cuenta", contó el constructor, que recuerda haber vivido otras recesiones económicas y considera que "ésta es la más mala".
Humedades, cubiertas, pintura de fachadas, pequeñas obras, proyectos integrales, la empresa de Antonio Arroyo está capacitada para realizar todas las obras que se le pidan, y se mueven por toda Andalucía. "También somos especialistas en pintura para carriles bici", contó el empresario, que cuenta que entre las vías de asfalto que han pintado están el que va de Sotogrande a Castellar y otro en la provincia de Córdoba.
Fuente: Europa Sur
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