Cientos de emociones encontradas se dieron cita ayer en la Estación Marítima de Algeciras, donde un contingente militar de unos 300 cascos azules hizo escala para coger un vuelo que, partiendo de Málaga, les llevará a su próxima misión en Líbano.
En la entrada de la Estación Marítima, decenas de familiares y amigos de los profesionales aguardaban, impacientes, la llegada de los suyos. Habían pasado las últimas semanas en Ceuta, realizando ejercicios de prácticas en una zona de monte de la ciudad autónoma, para prepararse de cara a posibles situaciones que pudieran encontrarse en la zona de conflicto.