La Asociación Parroquial pide alimentos no perecederos en lugar de ofrendas florales para este domingo de Romería.
El Cristo de la Almoraima, una de las imágenes más veneradas de Castellar y el Campo de Gibraltar, saldrá este año a la calle en su tradicional romería sin su ornamento floral. En su lugar llevará un monte verde hecho con lentisco, un sustancial cambio que tiene como objetivo apoyar una campaña de recogida de alimentos que llevarán a cabo junto con Cáritas de Castellar.
El presidente de la Asociación Parroquial que tiene su sede en el Santuario del Santo Cristo de la Almoraima, José Carrillo Rojas, ha explicado que la intención de la Asociación es que todos los fieles que tienen la costumbre de regalar los claveles destinen ese dinero a la adquisición de productos de primera necesidad, así como a productos de higiene personal y limpieza del hogar.
«Por regla general la gente trae cada año bastantes docenas de claveles. Cada uno se gasta lo que buenamente pueden. Pues todo ese dinero queremos que sea empleado en la compra de alimentos», explica José Carrillo.
Los beneficiarios de esa ayuda son las 22 familias de Castellar que ya reciben la bolsa de alimentos que entrega Cáritas, una amplia lista en la que también están presentes algunos componentes de la hermandad. «Todos tenemos cerca a personas que se encuentran en paro, en la misma Junta de Gobierno hay personas en paro. No hay que irse fuera para encontrar personas que lo están pasando mal», concluye Carrillo.
El Cristo de la Almoraima, una de las imágenes más veneradas de Castellar y el Campo de Gibraltar, saldrá este año a la calle en su tradicional romería sin su ornamento floral. En su lugar llevará un monte verde hecho con lentisco, un sustancial cambio que tiene como objetivo apoyar una campaña de recogida de alimentos que llevarán a cabo junto con Cáritas de Castellar.
El presidente de la Asociación Parroquial que tiene su sede en el Santuario del Santo Cristo de la Almoraima, José Carrillo Rojas, ha explicado que la intención de la Asociación es que todos los fieles que tienen la costumbre de regalar los claveles destinen ese dinero a la adquisición de productos de primera necesidad, así como a productos de higiene personal y limpieza del hogar.
«Por regla general la gente trae cada año bastantes docenas de claveles. Cada uno se gasta lo que buenamente pueden. Pues todo ese dinero queremos que sea empleado en la compra de alimentos», explica José Carrillo.
Los beneficiarios de esa ayuda son las 22 familias de Castellar que ya reciben la bolsa de alimentos que entrega Cáritas, una amplia lista en la que también están presentes algunos componentes de la hermandad. «Todos tenemos cerca a personas que se encuentran en paro, en la misma Junta de Gobierno hay personas en paro. No hay que irse fuera para encontrar personas que lo están pasando mal», concluye Carrillo.
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